-No sé, no me meto en la vida ajena -dije, cuando una amiga me preguntó por algo de alguien.
-Ah, sí -dijo la una. ¿Sabrá que paro preguntando por su vida a los alumnos? Me imagino que sí porque los alumnos son bien chismosos.
-Bien que eres un chismoso -me dijo la otra.
Y tenía razón, pero todo es en haras de escribir algún día una novela del Inei.
Y ahora me voy porque me muero de sueño y me cansé de vigilar mi objetivo.
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