de Federico Andahazi. Esta novela nos relata el descubrimiento del clítoris -el amor veneris- a manos, o dedos más bien, de Mateo Colón quien, como su par del mismo apellido, descubre su "América". También es la historia de Mona Sofía, una de las putas más bellas de Venecia. Mateo Colón anda perdidamente enamorado de la puttana, pero para ella él es un cliente más. Descubierto el clítoris y salvado de la hoguera, Mateo Colón cree llegado el momento de tener en sus manos a Mona Sofia. Va en su busca, y lo que encuentra lo lleva al suicidio: Mona Sofía está hecho un despojo humano por causa de la sífilis.
Esta novela de Federico Andahazi es una bella obra de arte que releo después de una buena cantidad de años. Y me sigue gustando, me sigue asombrando el manejo perfecto del lenguaje, de la tensión, del asombro. Si todas las novelas fueran escritas con esta misma maestría, leer sería un placer. Aquí se nota el trabajo de arquitectura, de artista, de artesano, la paciencia, la pericia, la inteligencia para escribir una obra. No bastan las ganas de querer ser escritor, no basta tener la facilidad de escribir -que cualquiera lo puede tener- para escribir algo bueno, algo que perdurará, que trascenderá, no que terminará en un rincón de la biblioteca donde están los libros que no nos gustan, que regalaremos a cualquier amigo, que utilizaremos para limpiarnos el poto si no tenemos papel higiénico. Teniendo como maestros a Borges, Cortázar, Puig, Vargas Llosa, Carlos Fuentes y tantos otros escritores, lo mínimo que se puede intentar es llegarle siquiera a los talones, o un poquito más arriba, no estar debajo de sus suelas.
Para volverla a leer.
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