Ha llegado un ángel,
se llama Karen.
Con ella mis días
están llenos de alegrías.
A sus pocos años
me ha enseñado
que para ser feliz
basta con sonreír.
Caminar con Karen
bajo la lluvia una tarde
es algo maravilloso
que no lo cambio por otro.
Tomar su mano,
besar sus labios,
escuchar nuestras canciones,
el latir de nuestros corazones.
Ha llegado un ángel
cuando ya no pensaba enamorarme,
su aliento sabe a rosas,
su piel a mariposas.
Me ama,
en sus sueños me llama,
escribe mi nombre,
me dice eres mi hombre.
Y ella es mi mujer,
la que sacia mi sed,
la que se desvela por mí,
la que me hace feliz.
Atrás quedaron
las penas, los fracasos,
los días tristes,
las tardes grises.
Ha llegado un ángel,
se llama Karen.
se llama Karen.
Con ella mis días
están llenos de alegrías.
A sus pocos años
me ha enseñado
que para ser feliz
basta con sonreír.
Caminar con Karen
bajo la lluvia una tarde
es algo maravilloso
que no lo cambio por otro.
Tomar su mano,
besar sus labios,
escuchar nuestras canciones,
el latir de nuestros corazones.
Ha llegado un ángel
cuando ya no pensaba enamorarme,
su aliento sabe a rosas,
su piel a mariposas.
Me ama,
en sus sueños me llama,
escribe mi nombre,
me dice eres mi hombre.
Y ella es mi mujer,
la que sacia mi sed,
la que se desvela por mí,
la que me hace feliz.
Atrás quedaron
las penas, los fracasos,
los días tristes,
las tardes grises.
Ha llegado un ángel,
se llama Karen.
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