En esta foto está casi toda la familia el día de la premiación. Allí están mis padres, mi hermana Caro y todos mis sobrinos. Y yo, con mi trofeo, el máximo galardón que puede obtener un maestro en el Perú en creatividad.
Hace cinco años obtuve el Premio Horacio en cuento. Gané el primer lugar con unos cuentos que había escrito en La Cantuta. Ese día fue uno de los mejores días de mi vida. Entonces toda la familia estaba junta, mis padres estaban vivos. Para ellos fue la victoria, para que se sintieran contentos de tener un hijo como yo. Un año después, mamá había fallecido, cinco años después, papá le siguió el camino. Desde entonces he obtenido numerosos premios -dos veces finalista en el mismo Horacio, Premio Cuentos Ciudad de Trujillo, Premio Nacional PUCP para nuevos talentos en narrativa, Premio Pasacalle de Novela Política- pero nada es igual sin esas dos personas a las que adoré. Ninguna victoria es victoria si no puedes compartirlo con nadie.
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