Lloran mis ojos recordándote, amor / que un día me dejaste solo y herido, / amor, que un día te marchaste / dejando en un rincón todo lo que vivimos. / Lloran mis ojos esperándote, amor, / que dijiste ya vuelvo / y las horas y los minutos se hicieron tarde / y hasta ahora no has vuelto. / Lloran mis ojos recordándote, / añorando lo que pudo ser y no fue, / buscándote en estas calles / donde alguna vez / tú me amaste / sin saber que lo nuestro no podía ser.
Que bello harol... y que triste...
ResponderEliminarEl olvido es terrible...
Mmm, no hay golpe más mortal que el olvido.
ResponderEliminarSaludos.