
Después de jugar, mi papá regresaba a su casa.
Estaba a mitad del trayecto, cuando, a la escasa luz de la luna, vio venir a alguien por el medio del camino.
Le pareció que era su tío Casiano, un anciano de casi cien años.
–Buenas noches, tío –lo saludó cuando se cruzaron.
–Buenas noches –le contestó el hombre con lúgubre voz.
A mi papá se le pusieron los pelos de punta. El hombre empezó a crecer y crecer como un huarango. Mi papá echó a correr como alma que lleva el diablo mientras el hombre crecía y crecía. Después cayó al suelo. Menos mal que mi papá ya estaba lejos, porque, sino, el bulto se lo hubiera tragado.
___
Historia contada por mi papá
Que historia tan increible!!!!! PArece una leyenda. Muy buena este relato contado por tu para. Se nota que lo recordas y queres mucho
ResponderEliminarSiempre lo recuerdo, todos los días.
ResponderEliminar