Ha pasado un año desde ese viaje a Huancayo para recibir el premio como finalista del concurso de la Feria del Libro de Huancayo 2010. Qué de prisa pasa el tiempo, sin darte cuenta pasa un año y todo es volver a empezar de nuevo, cerrar un ciclo, tratar de hacer las cosas mejor cada día, aunque por los últimos problemas haya perdido el ritmo, un poco el estusiasmo, encima este frío de mierda que te cala hasta los huesos, aunque estoy leyendo más que nunca, y eso es bueno. De Huancayo recuerdo muchas cosas, y espero volver algún día con más calma para disfrutar de su comida, de sus lugares turísticos. Siempre es bueno conocer nuestro país antes de salir al extranjero y presumir de lo que no es nuestro.
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