Diego es uno de mis sobrinos más queridos. Es un chico inteligente, siempre me dije tío, me he sacado 15, me he sacado 20. Tiene once años, ya va a terminar la primaria. Le gusta ver películas, a veces vemos con Nacho, mi otro sobrino. Hace poco vimos una propaganda de "El exorcista" y me pidió que se la consiga, cosa que hice hoy. Llegué a casa, tenía unas tareas, le ayudé, y después nos pusimos a ver la peli. Todo iba bonito hasta que la protagonista baja las escaleras de espaldas y Diego me dijo qué miedo, ya no hay que ver, mejor mañana. Y Allí lo dejamos.
Si Diego me da satisfacciones, Nacho me da dolores de cabeza: inventa cualquier pretexto para no ir al colegio. Ya le he dicho que si repite, el otro año escribirá en hojas de periódico. ¿Será la adolescencia o lo criamos mal? Tengo una hermana que lo desprecia, que no lo puede ver ni en pintura, yo le digo estudia para que un día le demuestres que eres mejor que ella, para que le restregues tu título de doctor en la cara, pero Nacho no me hace caso.
Paciencia, así son los chicos.
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