Hoy Rocío vino a buscarme con los tres mejores alumnos de los terceros E y G y me dijo hemos venido a pagarte los derechos de autor por haber leído tus obras y yo me quedé de una pieza y no supe qué replicarle. Me dieron 106.5 soles. Es la primera vez que me pagan por leer las cosas que escribo. He ganado plata en concursos, pero jamás había cobrado por derechos de autor. Además, los cuentos que le di a Rocío estaban en -¿cómo se dice?-, bueno, fueron los cuentos con los cuales participé en el Peruano Japonés de este año y obtuve una mención de honor. Esto no se lo dije a Rocío ni a los alumnos hasta que me den mi diploma en la ceremonia de premiación que todavía no tiene fecha. No vaya a ser como en La Católica que no me dieron ni un miserable certificado, aunque no creo, mi hermana me dijo que la semana pasada también me llamaron del Peruano Japonés y a mí me dijeron que me habían llamado a mi celular así que no creo que tanta insistencia sea por gusto. Rocío y sus alumnos siempre me dan suerte, así como con "El otro", ellos fueron los primeros que lo leyeron, les gustó, me preguntaban si yo era el otro y me dije si les gusta, les gustará a los del jurado y lo mandé a la Feria del Libro de Huancayo y gané una mención de honor que me permitió conocer ese lugar. Lo mismo pasó con los cuentos de "La piscina": me preguntaban si era cierto que Clara estaba muerta, si era cierto lo que pasó en "Tía Susy", si lo del "Flautista de mamá" era cierto. Yo pensaba si les gusta, algo ganaré, y me gané una mención de honor y con eso estoy súper feliz. Creo que desde ahora ellos serán los primeros lectores de mis obras y recién, si les gusta, las mandaré a concursar.
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