EspaInfo.es

espainfo.es
estamos en

miércoles, 9 de septiembre de 2009

La visita


Se apareció en la puerta del 5°F. Cabello rojo, carita de traviesa, ojos maquillados. Llevaba un jean azul super ajustado, un polito blanco ceñido con un Cifrut estampado como un arco iris sobre las montañas que eran sus senos.
-Estamos promocionando un nuevo sabor de esta bebida –dijo la chica-. Tenemos permiso de la dirección. ¿Se puede?
-Claro –le dije.
Detrás de ella se apareció un chico que llevaba un polo con el mismo estampado y en la mano varias botellas de Cifrut.
-Pasen.
Entraron y los alumnos empezaron a silbar y a decirle piropos subidos de tono a la chica, que, diplomática, se limitaba a sonreír.
-Silencio, alumnos –dije, pero nadie me hizo caso. Solo se callaron cuando entró a escena la subdirectora y el auxiliar. El salón estaba sucio, acababa de terminar el recreo, las carpetas estaban fuera de sus lugares.
La chica tomó la palabra para decir que estaban promocionando un nuevo sabor de Cifrut.
-¿No es Guaraná? –preguntó un alumno.
-No –dijo la chica-. Se parece, pero no es.
Empezó a repartir vasitos descartables con el logotipo de Cifrut mientras su compañero vertía la bebida. Salud, preciosa, murmuraban los alumnos. ¿Cómo te llamas, linda? ¿Cuántos años tienes? ¿Dónde vives?
-¡¡Silencio, alumnos!! –dijo la subdirectora.
Yo solo los miraba amenazándolos con los ojos de ponerles un cero cinco, pero los alumnos igual seguían susurrando sus piropos subidos de tono. La chica se lo merecía: tenía un trasero compacto, redondo. La imaginé en la playa con un hilo dental.
-Para usted –dijo, dándome un vasito.
-Gracias.
-De nada –me regaló una sonrisa de dientes blancos y ojos risueños.
-¡Salud, chicos! –dijo ella, levantando su vasito.
-¡¡Salud, mi amor!!
-¿Qué es esto, chicos? –rugió la subdirectora.
La chica solo sonrió.
-¿Se sirve un poquito más, profesor?
-Claro. Gracias.
Después empezaron las fotos. Los alumnos se disputaban el honor de posar con ella para la eternidad.
-¿Una fotito, profesor?
-Claro.
Le pasé una mano por la cintura y temblé al contacto de su piel.
-¡¡Beso, beso, beso!! –pidieron los chicos-. ¡¡Beso, beso, beso!!
-Otro día –dijo la chica.
-¡¡¡Ooohhh!!!
-Silencio, alumnos –volvió a rugir la subdirectora.
La chica nos dio las gracias, repartió un poco más de Cifrut y salió del salón y con ella su amigo, la subdirectora y el auxiliar. Yo me quedé con el sabor del nuevo Cifrut en los labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario