Fue una de las pocas amigas que tuvo mamá. Hoy me la encontré en el camino y me felicitó porque mi hermana le contó que había ganado un premio y estuve de viaje en Ayacucho y Huancayo y me dijo Tu mamá te debe de estar bendiciendo desde el cielo, eras su hijo favorito. Sí, yo creo que sí porque, a pesar de los años que lleva de fallecida, es como si estuviera a mi lado, sigo haciendo las cosas que hacía cuando ella vivía, sigo llegando temprano a casa, sigo escribiendo como a ella le hubiera gustado, y cada triunfo literario es en su memoria, me sigo preocupando por esos dos nietos que tanto amó.
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