Leyendo

los manuscritos enviados al concurso. La mayoría son unos mamarrachos, desde la primera línea, desde el empastado más bien, desde el tipo de letra, uno se da cuenta que esos textos no sirven, que están para venderlas al peso a los recicladores, ganas no me faltan, lástima que los tengo que devolver. Solo hay dos o tres textos que valen la pena, que están para ser premiados. Bueno, a seguir leyendo. Ah, estos textos son producidos por los maestros porque el concurso está dirigido a este segmento de la sociedad. Ya sabemos que son pocos los maestros que leen, que son capaces de invertir un par de soles al mes para comprarse aunque sea un libro de segunda, para leer un buen periódico aunque sea los domingos. Bueno, la situación está tan cagada que ya los profes no invierten en libros, y he aquí los resultados.