Así se llama el poema que el alumno Kenyo Dávila recitó en la actuación de ayer. Es un poemita que me costó escribir pese a su sencillez porque la musa estaba por allí, quizá ni se dio cuenta que lo escribí pensando en ella y, cuando me pidieron recitarlo en privado, me hice que no me acordaba porque ella había salido al baño, creo, y para qué decirle algo al viento. Ayer también salí a tocar la guitarra aunque los chicos que cantaron se olvidaron la letra pero en fin, en algo contribuimos para que la actuación saliera bonita, peor es estar mirando nomás, o ponerse a dar un discursillo con las lágrimas a punto de salírsete sabiendo que todavía tienes veinte años por delante y siete y ocho por atrás, y no has hecho nada aparte de arrastrarte para quedar bien con tus superiores mientras que los que estamos de paso demostramos lo que hacemos aparte de llenarnos los pulmones de tiza o dejamos planas.
Acá está mi poemita. La de la foto no la inspiró, es solo un referente de lo que es la verdadera musa, jeje.
Amada mía, un día tú y yo estaremos juntos,
y tu vientre se hará grande grande como una luna,
serás la mamá más linda del mundo
como no lo es ninguna.
Te pondrás zapatos de tacos bajos,
tus piernas se hincharán,
bajarás las escaleras con cuidado
para no rodar.
Tu rostro se llenará de manchas,
te pondrás fea,
despertarás de mal humor en las mañanas,
detestarás mis poemas.
Pero no importa,
yo soportaré tus cambios de humor
sin pensar que estás loca,
sin decirte adiós.
Complaceré todos tus antojos,
menos mal que son solo nueve meses
porque terminaría loco
si durase para siempre.
Pondré mi mano sobre tu vientre
para sentir los latidos de ese pequeño corazón
fruto del inmenso amor
que yo te tengo y tú me tienes.
Serás la mamá más linda del mundo
cuando nuestros caminos se hagan uno,
cuando tú y yo estemos juntos.
y tu vientre se hará grande grande como una luna,
serás la mamá más linda del mundo
como no lo es ninguna.
Te pondrás zapatos de tacos bajos,
tus piernas se hincharán,
bajarás las escaleras con cuidado
para no rodar.
Tu rostro se llenará de manchas,
te pondrás fea,
despertarás de mal humor en las mañanas,
detestarás mis poemas.
Pero no importa,
yo soportaré tus cambios de humor
sin pensar que estás loca,
sin decirte adiós.
Complaceré todos tus antojos,
menos mal que son solo nueve meses
porque terminaría loco
si durase para siempre.
Pondré mi mano sobre tu vientre
para sentir los latidos de ese pequeño corazón
fruto del inmenso amor
que yo te tengo y tú me tienes.
Serás la mamá más linda del mundo
cuando nuestros caminos se hagan uno,
cuando tú y yo estemos juntos.
Muy buen poema. Un aplauso
ResponderEliminar