Hoy llegué a la página cien del primer manuscrito de "Animal nocturno", la novela que estoy escribiendo. Este manuscrito lo empecé el 28 de abril. Antes había escrito un par de capítulos, unas veinte hojas, en el cuaderno donde escribo todos mis textos pero algo me dijo que la historia tenía para más y empecé de nuevo en otro cuaderno con las hojas en blanco y mi intuición "femenina", jejeje, no me falló y la historia se fue escribiendo sola, era como si alguien me la dictara y las hojas se fueron llenando con mi fea y enorme letra escrita con tinta negra. En el trayecto cambié los puntos de vista del narrador, los lugares donde transcurren los hechos, cambié los nombres de algunos personajes. Diversos personajes fueron llenando, y van llenando esta historia, algunos son puro invento, otros existen en carne y hueso, a otros los he rescatado de mis recuerdos, a algunos, sobre todo a los buenos, les he cambiado el nombre, a los "malos", esos que son escoria de la humanidad, los he puesto con nombres y apellidos. Nomás que no me metan juicio si se sienten difamados, jaja, me tengo que reír nomás.
Son las primeras cien hojas y hay para cien más y otros cien más y un par de manuscritos que me tomará su tiempo pero al menos estoy tan contento con esta historia que me he vuelto disciplinado y escribo todas las mañanas, menos los jueves, sábados y domingos en que, o tengo que cocinar, o salgo temprano para ir a visitar a mis padres al cementerio y entonces escribo en las tardes y en las noches y no hay día en que haga mínimo una hoja. Mi record fue cuatro hojas la semana pasada, generalmente son dos o tres hojas al día. El cerebro también se agota y entonces salgo a dar unas vueltas por el jardín que fue de mi padre y me lo imagino regando sus plantas, sentado bajo la sombra de un molle tomando sol, con su espalda encorvada, y le cuento lo que he escrito y sin darme cuenta ya avancé un par de hojas más y regreso a escribir o ya sé lo que voy a escribir al día siguiente y me pongo a leer "Conversación en La Catedral", la monumental novela de un joven Vargas Llosa de la cual estoy aprendiendo mucho a la hora de escribir. Después leeré "La casa verde" y "La fiesta del Chivo". En realidad son relecturas para mejorar la escritura. Y también los libros de Alonso Cueto. Libros de los cuales uno aprende. Esas son mis únicas lecturas, por el momento, no leo más porque sería perder el tiempo, no aprendería nada, se me atrofiaría la imaginación como a muchos seudo escritores que tanto abundan por estos lares. Esto no quiere decir que no lea los textos digitales de un par de personas que conozco solo virtualmente y que escriben bien.
¿En qué iba? Creo que me salí del tema. Hablaba de mis primeras cien hojas y hoy para celebrarlo cociné rico, es jueves y me tocaba cocinar, y brindamos con gaseosa porque cien hojas es cien hojas, con menos empecé "Diario escolar", "Tú que miras el mar", "Para siempre", "La titiritera". Si lo tipeara ahora a dos espacios tendría doscientas hojas, a espacio y medio ciento cincuenta, pero para que empiece a tipearlo todavía falta mucho y quién sabe qué pueda pasar en los dos años que me llevará, es lo que me he proyectado, escribir esta historia. Si en medio año escribí "Diario escolar" y "Para siempre" y ganaron concursos, "Animal nocturno" mínimo se llevará el Premio Herralde y el Rómulo Gallegos de paso, wao, Chávez me llega a las pelotas, pero hasta allí algún tipo con agallas habrá dado cuenta del tirano o se habrá muerto de cáncer a la próstata sino igual tendré que ir a Caracas a recoger mi premio y dar mi discurso. Creo que estoy imaginando de más, igualito me pasa con "Animal nocturno" en que imagino e imagino hasta el cansancio y en el trabajo voy pensando en las páginas que siguen y los capítulos van aumentando y el cuaderno se va llenando.
Ahora sí a dormir. Está haciendo frío de noche y es hora de meterme en mi camita.
9 de julio Independencia Argentina, calculo que algunos se deben haber acordado ya que no somos finalistas del mundial, jejeje.
ResponderEliminarQué bueno que anda ese animal nocturno, ojalá ganes muchos premios, pero no lo cuentes tanto pues la chusma envidia enseguida y no sabe de su supuesta felicidad sin la desgracia de otros.
Que descanses y cariños desde este lugar hoy bastante frío y hoy cocinando no solo para hija y marido sino para prima que se queda a dormir y la casa es una ecatombe.
Gabriela.