Mañana son cinco años desde que murió mamá. Qué rápido ha pasado el tiempo. No la olvido, nunca la olvidaré. Cada domingo la voy a visitar, visito a mis padres, los dos están en el mismo cementerio. Es como si se hubiera ido de viaje y un día volverá. Allí está su ropa esperándola, sus cosas. Allí está ella esperándome, allí está ella en ese pantalón que me lo planchó y nunca más me lo puse y está allí colgado en el mismo lugar donde lo puso ella. Cinco años es bastante tiempo, los chicos ya están grandes, un poco más y me alcanzan de tamaño y hasta me pasan, ya aprendieron a escribir, Diego termina este año la primaria, Nacho está en tercero de secundaria, la Chola está en segundo año y ya lee y escribe. Yo estoy viejo: del par de canas que tenía en la barba hace cinco años, hoy la tengo ya casi toda de blanco. Cinco años en que aprendí a lavar mi ropa, en que a veces cocino para los chicos, en que organizo el hogar ahora que papá tampoco está. Cinco años de alegrías, de tristezas, de recordar.
Hacés pensar, llorar, etc, . con estos comentarios...La vida pasa volando, por eso hay que disfrutar cada momento...
ResponderEliminarFelices vacaciones, Harol
Besos, Gabriela.