Acabo de terminar de leer "Drácula" de Bram Stoker, una novela maravillosa, fenomenal, una novela que me cautivó desde la primera hasta la última de sus 370 hojas. Novelas así, llenas de acción, de reflexión, de descripciones son las que me gustan leer. Si una novela no me gusta desde la primera línea, nunca la leo, están allí, llenándose de polvo. Esta novela ha sobrevivido, como su protagonista, al paso feroz del tiempo, no ha envejecido como suelen hacerlo novelas más pretensiosas. A ver qué pasa cuando lea "Crepúscula", quizá me quede leyendo hasta que los ojos me ardan y me levante de madrugada y lea y recuerde esa primera película de Drácula que vi con mis hermanas cuando éramos niños y no pudimos dormir.
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