Hace tres años y días estuve en Trujillo para recibir mi premio por haber ganado el primer lugar en el concurso de cuentos organizado por la Feria del Libro de Trujillo. Fue un viaje inolvidable. Hasta salí en el periódico de esa ciudad. El dinero recibido me permitió hacer un largo viaje por el sur con mi padre y con Nacho y Diego. Al final de la travesía llegamos a Palpa, lugar donde el mítico Prudencio Luján, ese antepasado que llegó de España, compró una hacienda y se casó con una chinchana. Recordaba porque un día como hoy estuvimos por esos lares y mi viejo estaba con nosotros. Gracias a mi cuento, pudimos hacer ese viaje, pasarle bacán. Qué contento estaba mi viejo, aunque un año después me estafarían en otro concurso y hasta el día de su muerte mi viejo estuvo esperando que me pagaran para viajar a su pueblo. Aunque después me sacaría el clavo en otros concursos, hasta ahora tengo en la boca el mal sabor de esa estafa.
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