Durante cuatro horas y pico caminamos de la plaza de Armas de Vitarte hasta el congreso de la República reclamando agua y desagüe. Tengo las piernas jodidas, llenas de ampollas, ni caminar puedo. Ojalá que Nacho haya aprendido que ganarse un sol cuesta el sudor de la frente y el dolor de las piernas y estudie para que sea profesional.
Hola, amigo, ¿es real lo que cuentas?
ResponderEliminarPrometo leer la entrada con atención, pues es extensa y ahora estoy con poco tiempo, luego te comento.
Te dejo un gran abrazo.
Humberto.