Un asesino anda suelto, un asesino cuyas víctimas son solo niñas. Ya ha matado salvajemente a una. Ha dejado muchas huellas, pero el inspector -recién llegado al pueblo- no puede dar con él, parece que es un principiante.
Entramos en los recuerdos del inspector, en la mente del psicópata.
Buena novela esta de Antonio Muñoz Molina, aunque el final no me gusta, debió terminarla muchas páginas antes pero bueno, a leerla. Son quinientas y pico páginas que leí en una semana, las últimas cien hasta la madrugada. Es una novela que leí hace seis años mientras estaba en el hospital Almenara, y es como si la hubiera leído de nuevo.
Leer a Antonio Muñoz Molina, a quien descubrí durante mis años en La Cantuta y de quien he leído novelas como "El jinete polaco", "Beatus Ille", "Carlota Fainberg", "El invierno en Lisboa", "El dueño del secreto" y "En ausencia de Blanca", es aprender a escribir. Muñoz Molina es un autor torrencial, copioso, barroco si se quiere, pero también en sus obras maestras demuestra toda esa capacidad fabuladora que posee. Se disfruta leyéndolo, pero también se sufre, se llena uno de angustia, de piedad, de ternura, memorables las páginas en que Paula trata de vencer a la muerte cuando su asesino la ha dejado creyéndola muerta.
Esos libros que nos sacan de un confort al que la mayoría de los humanos pretendemos, son los mejores, te hacen pensar, reflexionar vivir cada hoja como si estuviera presente el momento.
ResponderEliminarBuena recomendación, intentaré buscarla y espero encontrarla.