Y se acaba enero. Como cada domingo, si no hay alguna urgencia, fui a visitar a mis padres. Allí están ellos, descansando para siempre, en la memoria, en el recuerdo de toda una vida compartida con sus alegrías y tristezas, con las batallas ganadas y perdidas. Allí están, en el corazón para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario