Son raras las veces que tomo, peor con gente con la cual no me une ninguna amistad, a menos que sea necesario, como hoy en que me encontré con mi primo en el camino, y como estoy haciendo un negocio, acepté su "invitación" por un par de chelas y fuimos al bar de la tía Hita que estaba llena de borrachos. Nos unimos a tres patas, uno de ellos era uno con el cual tomamos con el chino Méndez hace días. Este pata, como estaba borrachazo, empezó a decir que yo había ganado un Grammy, y yo empecé a seguirle la corriente y uno de ellos se picó y empezó a hablar de Ollanta, a preguntarme qué era yo, qué había estudiado, etc, hasta que me llegó a las pelotas y lo mandé a la mierda y terminé de beber y me largué. Espero que no se vuelvan a repetir situaciones así.
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