¿Por qué ellos tienen puro lujo pero nunca salen de paseo? ¿Por qué nosotros vamos a la playa y ellos no? ¿Por qué ellos no van a la piscina y nosotros sí? ¿Por qué ellos están esperando que los invites para ir a la piscina? Y le empiezo a contar nuestra historia, las historias de mi padre. Y hablamos de la muerte. Y Diego reflexiona: nosotros moriremos después de haber conocido la playa, la Huacachina, después de haber ido a la piscina, ¿y ellos? Nada, no han ido a la esquina, no han conocido nada.
Muy dura tu entrada, pero realista, mi querido amigo. Creo que es una realidad que se repite en toda américa latina, todo un pueblo condenado a desconocer más que a conocer. Cuántos Diegos hacen esas preguntas y uno que no sabe bien qué responder.
ResponderEliminarTe dejo un gran abrazo.
Humberto.