Fui al Centro a dejar un cuento. Fue como bajar al infierno: por aquí y por allá las pistas destrozadas, clausuradas para realizar trabajos de reparación. Lima no tiene nada que envidiarle a una ciudad en guerra. Y así dicen que vamos a convertirnos en un país del primer mundo.
Terminé de leer los dos volúmenes de cuentos de "Ten en cuento a La Victoria". Hay de todo: buenas historias, malas historias. Parece que los que corrijen no son tan buenos: uff, les falta mejorar. En fin, no es mi problema, aunque uno se da cuenta a leguas cuando algo está mal redactado.
A trabajar en mis proyectos.
Por allí están queriendo cobrar para mantener una página o una red. Nunca he pagado un centavo por publicar menos lo haré a estas alturas. Al contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario